lunes, 10 de diciembre de 2007

Descansa en paz, abuelín mío

Se fue... sin hacer ruido, sin queja ninguna, se nos ha ido para siempre... Mis sentimientos egoistas son un obstáculo más a vencer, puesto que me gustaría tenerle aún entre nosotros, y no en la montaña que le vió nacer, rodeado de sus difuntos padres, hermanos y demás familiares...

La enorme cantidad de amigos y conocidos que vinieron a rendirle un último y caluroso homenaje ha reconfortado nuestros corazones, y las lágrimas de todos y cada uno de mis primos permanecerán grabadas en mis retinas mientras tenga un soplo de vida!!

Generalmente cuando no encuentro las palabras para describir mis emociones, me remito a una canción. Hoy que me siento más vacío que nunca, no iba a ser una excepción...




Recorrió largo tiempo en su reloj.
Peleó para ser lo que es hoy.
Luchador, testarudo y cómo no
cariñoso y tierno como yo.
Sin pensar me enseñaba a reaccionar
al calor de su lumbre y su voz.
Un bastón le ayudaba a caminar,
pero él era duro como yo.
Y el camino acabó.
Su mirada dulce y gris voló.
Y su luz se apagó como la llama
del candil que hace tiempo ardió.
Y su voz susurraba y susurraba
"liberadme de todo el dolor".
Una vez de pequeño me cantó
la canción que de niño aprendió.
Carcajadas comenzaron a sonar,
porque él era alegre como yo.
Y él nos dijo adiós.
Va a reunirse pronto con su dios.


Una canción: "parte de mí" de Saratoga